jueves, 1 de noviembre de 2007

La actividad física y stress



La reacción de stress prepara al organismo para la acción física. Los sistemas nervioso y hormonal preparan al cuerpo para la lucha o la huída, reacción que, por definición, tiende a terminar en una actividad física.
En consecuencia, la manera más eficaz de neutralizar la reacción de stress es recurrir a la actividad física, siempre y cuando se hayan cumplido previamente dos condiciones. En primer lugar, que los nuevos programas de ejercicio comiencen progresivamente, y en segundo lugar, que la actividad elegida no se practique con un excesivo espíritu de competencia. Una "implicación del ego" en una situación de competencia puede, en efecto, causar un stress suplementario.
El papel de la actividad física en el dominio del stress se manifiesta en tres niveles: tratamiento, prevención y bienestar.


Tratamiento


La actividad física quema los subproductos de la reacción de stress, los cuales, de otro modo, podrían ser nocivos. Los productos inutilizados como azúcares y grasas contribuyen a la aparición de procesos degenerativos, tales como enfermedades cardiovasculares o úlceras.Otros productos surgidos de la reacción del stress, como la noradrenalina, nos vuelve altamente vulnerables con respecto a las emociones nocivas, como el miedo y la cólera, si esas sustancias no son empleadas en una actividad física a la que están destinadas.Por lo demás, después de una actividad física, el organismo movilizado se calma bajo el predominio del sistema nervioso parasimpático, y el equilibrio es restaurado.


Prevención


El aparato respiratorio y el corazón reaccionan al ejercicio de manera sintrópica, vale decir que se vuelven más fuertes y más eficaces cuando son empleados de manera apropiada. Todos los sistemas del organismo reaccionan en forma similar a la actividad física, reforzando nuestra capacidad para afrontar eficazmente exigencia suplementarias.
Practicando como medida preventiva contra el stress, el ejercicio físico exige cierta regularidad. Treinta modestos minutos tres veces por semana determinan de por sí significativos efectos benéficos.


Bienestar


El ejercicio físico también aporta beneficios psicológicos al unir el cuerpo y el espíritu por intermedio de una forma de expresión natural. Resulta un excelente tratamiento para la agresión y para la depresión, y es una sana distracción de las preocupaciones cotidianas. La sensación de bienestar, serenidad, que dura mucho más allá del período del ejercicio, refuerza nuestros sentimientos positivos con respecto a nosotros mismos y a nuestro entorno.
Los problemas de stress a menudo son el resultado de una falta de equilibrio entre la actividad física y la actividad mental que deriva de nuestro modo de vida sedentario, asociado a niveles elevados de stress prolongado.


Fuente:M. Michal© 1992 Ediciones RocheF. Hoffman-La Roche SA, Bale, Suize

1 comentario:

robert mayoral dijo...

sabios consejos y sugerencias, tendré que leer tu blog más a menudo, felicidades por el blog!